Por qué soy Optimista sobre el 2020 (y por qué también deberían serlo los Clientes)

Por qué soy Optimista sobre el 2020 (y por qué también deberían serlo los Clientes)

A lo largo de mi carrera he trabajado para empresas globales, y existen dos cosas que raramente cambian en el proceso: viajas muchísimo y conoces a mucha gente interesante.

Una de estas personas fue el Ex Secretario de Estado (de los EUA) Colin Powell, quien recientemente fue expositor en un simposio de TI patrocinado por Gartner. Powell compartió diversas enseñanzas en torno al liderazgo, y un comentario en particular me impactó de lleno: “El optimismo perpetuo es un multiplicador de fuerzas.” Luego continuó diciendo que el optimismo por sí solo necesariamente no garantizaba el éxito, pero te da la energía para seguir intentándolo.

Qué mensaje perfecto para comenzar el 2020. En su columna de fin de año para The Wall Street Journal, Andy Kessler compartió cuánto ha cambiado la tecnología al mundo en los últimos diez años, de manera tanto drástica como sutil (por ejemplo, en esta era de Uber, ¿cuándo fue la última vez que paró a un taxi?). El mensaje subyacente de Kessler es que la tecnología seguirá siendo un “multiplicador de fuerzas,” también —no simplemente en la manera que la usamos en nuestra vida diaria—sino en la forma que impulsa el crecimiento económico global.

Es algo que advierto a diario.  Miles de empresas de todo el mundo se asocian con CenturyLink, porque desarrollamos y proveemos soluciones de negocio digital que brindan respuestas a los desafíos de los clientes corporativos. Por supuesto que estas respuestas a menudo son complejas, si bien existe algo sencillo que podemos hacer para ganar la confianza de estos, y eso consiste en escuchar en qué aspectos necesitan prosperar.

Y esto es lo que dicen nuestros clientes en 2020.

  • Los CEO quieren conectividad bajo sus propias condiciones. Aquellos días en los que simplemente se conectaban los “tramos” entre las instalaciones han pasado a la historia. Las empresas globales dinámicas operan a un ritmo que hubiese sido inimaginable incluso una década atrás.   Dichas empresas demandan conexiones rápidas, ancho de banda flexible y redes que sean más inteligentes que las personas que las administran (partiendo de la base, obviamente, de que cuentan al menos con la disponibilidad de una persona interna de TI). Por ejemplo, cuando ayudamos a una unidad de operaciones bursátiles por cuenta propia de productos derivados, a implementar su red en cuatro países, les proporcionamos una plataforma de TI de infraestructura como servicio totalmente gerenciada capaz de escalar hasta 50% con costos predecibles. E igualmente importante es el hecho de que la experiencia es ininterrumpida sin importar dónde opere la empresa.  Es por eso que lo denominamos red adaptativa.
  • Los CEO quieren que sus datos se trasladen rápidamente. Todos tienen la necesidad de velocidad, especialmente cuando se trata de contenido de streaming.  Nuestra Red de Entrega de Contenido (CDN) transmite datos a lo largo de seis continentes.  Ahora bien, usted podría pensar que la mayoría de dicho contenido proviene de películas o programas de TV, pero una de las fuentes más activas de streaming hoy por hoy radica en los videojuegos en tiempo real.  Nos contactó un líder mundial del entretenimiento interactivo digital que necesitaba una red global, segura, de baja latencia, capaz de crecer fácilmente a medida que se fueran agregando nuevos juegos y servicios online al proceso de desarrollo.  Dijimos, “que empiece el juego,” y una vez que estuvimos a cargo, su tráfico de CDN aumentó un 50%.
  • Los CEO desean poder dormir de noche. Dirigir una empresa global ya es una tarea bastante desafiante aun cuando no tenga que preocuparse por cuestiones tales como “DDoS,” “bots,” y “malware.” Nuestro abordaje de seguridad basado en la red monitorea más de 1,2 millones de amenazas por día y utiliza la analítica de big data y la inteligencia artificial para defender a las empresas en un mundo repleto de amenazas y de “actores maliciosos.” Este compromiso es uno de los motivos que nos posicionó como visionarios en el Cuadrante Mágico de Gartner 2019 para la categoría de Servicios de Seguridad Gerenciada.

“El Progreso no se detiene,” escribió Kessler, y estamos a punto de ingresar a otros felices años veinte. Y coincido con el optimismo de Powell y en cómo puede impulsar dichos avances a niveles indefinidos en 2020. Pero tal vez el optimismo pueda resumirse mejor mediante un personaje de libro de cuentos, más interesado en las nubes que están en el cielo que en aquellas que contienen tantos datos.  “¿Qué día es?” Le preguntó una vez Winnie the Pooh a su amigo Piglet. Cuando Piglet respondió: hoy, Pooh le brindó la respuesta perfecta: “Mi día favorito.”

Autor:

Laurinda Pang

Laurinda Pang es la Presidenta de Gestión de Cuentas Internacionales y Mundiales de CenturyLink. Es responsable de los 200 clientes corporativos principales de la empresa a nivel mundial y de los resultados del negocio y de las operaciones en Asia Pacífico, América Latina, Europa, Oriente Medio y África. Anteriormente, Laurinda se desempeñó como Presidenta Regional de América del Norte y Asia Pacífico de Level 3 Communications, donde fue responsable por los resultados generales del negocio en la región. Durante el trascurso de su profesión, ha tenido un rol clave impulsando iniciativas significativas para el negocio y para el desarrollo de estrategias corporativas.

Hacia el Capitalismo Cuántico

Hacia el Capitalismo Cuántico

Nos enfrentamos al desafío de cambiar por completo la forma en la que realizamos nuestros negocios. Necesitamos Liderazgos Exponenciales, para soluciones a problemas que ni siquiera estamos imaginando.

En toda la industria se viene trabajando desde hace tiempo el concepto de Transformación Digital, o revolución digital. Claramente, estamos viviendo en una era disruptiva; y cuando en unos años más miremos hacia atrás, distinguiremos claramente el punto de inflexión que cambió completamente las lógicas de hacer negocios.

En este punto encontraremos al auge de Internet, las tecnologías Mobile, el Big Data y los sistemas Cloud. Básicamente, lo que ha sucedido es que los datos tomaron un rol central en nuestros procesos, reestructurando los modelos de negocios y haciéndolos girar alrededor de la información.

Después, esto avanzó a lo que tiene que ver con la experiencia del cliente. Pasamos de brindar productos, a servicios; de servicios, a experiencias; del concepto de cliente, a comunidad. Una prueba de este cambio fue la irrupción de startups que tuvieron un efecto transformador increíble, modificando industrias completas, como Amazon, Netflix, Spotify, Airbnb.

También se vieron impactadas nuestras vidas personales. Las redes sociales, como Instagram, o Facebook, modificaron el modo en que socializamos; Whatsapp modificó el modo de comunicarnos, y Google lo hizo con la manera en la que nos informamos.

Ahora, cuando se analiza este proceso, lo que está subyacente a la revolución digital, son las Dinámicas Exponenciales.

Crecimiento y Dinámicas Exponenciales

El desarrollo tecnológico que vemos día a día se mueve gracias a una dinámica de crecimiento exponencial y, por lo tanto, nuestros negocios también. Esto se produce por un efecto de retroalimentación, de la misma información que generamos, en el que las innovaciones comienzan a suceder a un ritmo cada vez más acelerado y vertiginoso.

Sin embargo, también estamos detectando problemas que tienen una naturaleza exponencial, y que, en consecuencia, son interesantes de abordar ya que nos empujan al límite de lo que hoy estamos en condiciones de resolver.

El primero que surge, es que las Dinámicas Exponenciales son completamente anti-intuitivas. Nuestra cabeza está pensada para resolver problemas lineales, polinómicos, pero se bloquea cuando queremos pensar un proceso exponencial.

A modo de ejemplo, si tuviéramos una hoja lo suficientemente grande para doblarla sobre si misma durante un minuto, primero en 2, después en 4, 8, 16, y así sucesivamente; en un minuto realizaríamos alrededor de 43 dobleces, y eso alcanzaría una altura de papeles plegados equivalente… a la distancia entre la tierra y la luna. La matemática tras este cálculo es 0,1 mm (el grosor de una hoja de papel) multiplicado por 2, elevado a 43 (0,1 X 2⁴³). El resultado, convertido en kilómetros da un total de 440.000 Km. Al principio nos negamos a entender esto, nos parece algo que está mal, pero es así.

Otra problemática tiene que ver con el actual método de encriptación de casi todos los datos e información que usamos, el RSA. Éste se basa en que, para codificar una clave, la cantidad de operaciones matemáticas que se deben realizar crece exponencialmente con la longitud de la palabra que se utiliza para encriptar.

Entonces, factorizar esa clave implica que una computadora clásica, las más poderosas de las que podemos disponer hoy, estén cientos de años realizando cuentas para decodificar ese número. De esta forma, toda nuestra seguridad informática actual se basa en que las computadoras no son aptas para resolver problemas donde la cantidad de operaciones crece exponencialmente, y eso es porque las computadoras trabajan de un modo secuencial.

¿Pero qué pasaría si surge una tecnología que pueda manejar el computo exponencial?

Cambiémosle el nombre a esta Transformación Digital. Lo llamaremos Capitalismo Cuántico, y junto a ello, consideremos también la existencia de la Computación Cuántica.

Richard Feynman vislumbró que sería necesario desarrollar una computadora cuántica para resolver los problemas del futuro, allá por 1982. Mientras la computación clásica se basa en bits, ceros y unos; y opera secuencialmente con estos bits, operar con una computadora cuántica es totalmente distinto, ya que, por la naturaleza de los fenómenos cuánticos, un qubit (Bit Cuántico, unidad constitutiva de la Teoría de la Información Cuántica, y que puede ser manipulado arbitrariamente) puede estar en infinitos estados simultáneamente.

Con eso se logra una potencia de cálculo que crece exponencialmente con la cantidad de qubits. Por eso la computación cuántica es naturalmente exponencial.

Las computadoras cuánticas permiten operar donde hoy no podemos con una computadora clásica, y en este escenario, vamos a tener que cambiar completamente nuestros paradigmas, incluso, hacia un liderazgo exponencial.

Un líder exponencial deberá tener una avanzada capacidad de anticipación de entornos futuros, detectar en forma temprana las nuevas tecnologías, encontrar modos completamente diferentes de crear valor y desarrollar nuevos servicios para mejorar la calidad de vida.

Además, este Capitalismo Cuántico exigirá a los líderes exponenciales nuevas competencias para lograr el éxito en sus negocios, como realizar una continua prospección de tecnologías con potencial disruptivo; detectando las que puedan brindar nuevos modos de producir, gestionar y entregar productos y servicios.

También deberá realizar una continua prospección de su entorno de negocios, identificando startups que pueden causar una disrupción en los modelos, y emprendimientos que puedan cambiar la industria.

Finalmente, si queremos que nuestras organizaciones, y nuestros modelos de negocios tengan oportunidades en este nuevo escenario de Transformación Digital, de Capitalismo Cuántico; necesitamos desarrollar una oferta sustentada en la información, en negocios basados en plataformas, con procesos automáticos y escalables, y entender que los algoritmos pasarán a ser el core de los negocios.

Este es el gran desafío, aprender a aprovechar esto, aprender a capitalizar estas dinámicas, y a introducirlas dentro de nuestros proyectos, de nuestras compañías; porque acá está la clave de cómo el mundo de los negocios irá evolucionando.

Autor:
Luis Piccolo
Vicepresidente de Ventas, Cluster Sur
Lumen, América Latina

Las Empresas deben Transformarse para seguir siendo Relevantes

Las Empresas deben Transformarse para seguir siendo Relevantes

Si bien el concepto de transformación digital es tema de debate en las principales empresas desde hace unos años, el ritmo del cambio se aceleró exponencialmente y la transformación dejó de ser una opción.

A esta altura, cada vez son más las voces que coinciden sobre la necesidad que tienen las grandes compañías, sin importar la industria, de adoptar estrategias de transformación digital para continuar siendo relevantes. Según expertos, se está ingresando en una era completamente disruptiva, a la que muchos consideran la “4ta Revolución Industrial”, por la profundidad y el alcance de los cambios. Si bien, hasta hace poco, los grandes líderes empresariales miraban con cierto escepticismo a este fenómeno. Luego, entendieron que debían sumarse y desarrollar sus propios proyectos, para no otorgar ventajas a sus competidores.

Además, debido a la rapidez con la que la tecnología evoluciona, el ritmo de adaptación y transformación debe acelerarse cada vez más, y es por este motivo que ya se empieza a hablar de “transformación exponencial”, en vez de “transformación digital”: un concepto que focaliza no sólo en la adaptación digital que deben realizar las empresas, sino también en la velocidad con la que deben transformarse a sí mismas, teniendo en cuenta que la velocidad de la revolución tecnológica se ha multiplicado en los últimos años.

Aquí radica, entonces, uno de los principales desafíos que tienen los líderes empresariales: muchas organizaciones, al percibir el riesgo y la necesidad de cambio, generan sus propios anticuerpos contra la innovación, una especie de resistencia silenciosa a modificar la forma en que se trabaja, a transformar procesos, a adoptar nuevas metodologías de trabajo, más ágiles colaborativas, y a compartir proyectos entre diferentes departamentos. A pesar de la abundancia de datos y de la multiplicidad de opciones para optimizar recursos y procesos, muchas empresas tienen dificultades para superar la barrera de la resistencia cultural. Este es un mecanismo de defensa que surge espontáneamente como respuesta al temor que genera el cambio.

Por eso, quienes formamos parte de la industria de TI y asesoramos a las empresas para que generen estrategias óptimas de transformación digital, estamos convencidos de que el factor cultural es un pilar que debe ser abordado desde el primer momento y al que se le debe otorgar una atención similar al que se le da a la inversión tecnológica. Y para ser exitosos en ese abordaje, es fundamental el compromiso y la visión del equipo de dirección de la empresa, la docencia de los especialistas y la colaboración de los líderes, que juntos harán posible el cambio en las metodologías de trabajo para implementar con éxito los más variados proyectos de transformación digital.

Autor:
Luis Piccolo
Vicepresidente de Ventas, Cluster Sur
Lumen, América Latina

“Surfeando” la Era del Algoritmo

“Surfeando” la Era del Algoritmo

“Vivimos un mundo en que las buenas ideas no conocen límites. La Transformación Digital, liderada por Inteligencias Artificiales, ha llegado para derribar las barreras de lo imposible, y llevar las opciones a la palma de la mano de los seres humanos”.

Empresas de transporte líderes, pero sin ningún vehículo. Empresas de alojamiento sin hoteles. Inteligencias Artificiales que literalmente nos cocinan alimentos más saludables. Compañías de contenido, pero que no crean ningún contenido. Otras que lideran el comercio electrónico, y no tienen bodegas ni gigantescos stocks.

Éste es el mundo en que hoy desarrollamos los negocios. Quienes no tengan claro que la valorización y competitividad de las empresas ya no tienen que ver con sus activos físicos ni el peso de su marca; ni siquiera con la calidad de sus productos, simplemente, estarán fuera del juego.

Ad portas de la “Cuarta Revolución Industrial”, las compañías que más destacan en el planeta son líderes en tres conceptos esenciales: Diseño, Innovación y Creatividad.

Pero a ellos se agrega otro elemento crucial, una palabra que hasta hace pocos años se usaba, casi en forma exclusiva, en ambientes académicos e informáticos: “Algoritmo”.

Sí, hoy “surfeamos” en la “Era del Algoritmo”. Esto significa que las empresas no sólo deben ser disruptivas en diseño, innovadoras, creativas en sus estrategias; sino que deben sí o sí basar su negocio en algoritmos, como condición para competir e incluso subsistir.

Es más, hemos sido espectadores de cómo muchas de las compañías más disruptivas han nacido a partir de un algoritmo que pasa a ser el motor del negocio, desde sus inicios como startups, hasta su consolidación, proyección y crecimiento en los mercados nacionales e internacionales.

Más de tres mil años

La razón de este cambio tiene que ver con la evolución tecnológica y la digitalización del mundo, condiciones que han terminado por catapultar a los algoritmos al estatus de actores clave en todos los ámbitos de nuestras vidas; desde las actividades personales más triviales hasta nuestros trabajos, desplazamientos, e incluso en las investigaciones científicas más complejas.

Un algoritmo es una secuencia de pasos a seguir, o un conjunto de reglas diseñadas para producir un resultado específico. Por ello, puede considerarse como tal, desde una receta de cocina hasta el puntaje obtenido al optar a un crédito bancario.

Y, aunque los primeros algoritmos datan desde hace más de tres mil años, en Babilonia; es el auge de la computación, traducida en una mayor  capacidad de procesamiento de datos, y el desarrollo de las herramientas de Inteligencia Artificial -como el aprendizaje automático (machine learning), entre otras-, las que han terminado mostrando su alto poder de transformación.

Sepámoslo o no, en gran parte de nuestras actividades nos movemos en un mundo “algoritmizado”.

Desde que introducimos una palabra en un buscador, hasta los resultados que vemos  y nuestra tendencia a hacer clic en uno o en otro dependen de algoritmos. Del mismo modo, en las organizaciones cientos de tareas se han automatizado, lo que significará que en el futuro la creatividad y las habilidades blandas de las personas serán consideradas verdaderos “tesoros”, en tanto no son “algoritmizables”.

Sin embargo, hoy hasta la selección de empleados nuevos, o su evaluación anual, podría perfectamente estar ya determinada por algoritmos.

En tal sentido, algunos plantean probables dilemas éticos, debido al sesgo que puede tener un algoritmo, en cuanto la preferencia por ciertos ciudadanos, en algunos casos, o colaboradores en otras.

Por ejemplo, Yuval Harari en “Homo Deus, Breve Historia del Mañana”, plantea el caso de una compañía de capital de riesgo en Hong Kong, Deep Knowlegde Ventures; que en 2014 entregó uno de los sillones de su directorio, con capacidad de voto, a un algoritmo. Claro que presentó un “sesgo”, pues recomendó invertir en compañías que dan más autoridad a los algoritmos. Aunque quizás “VITAL”, como se llama el algoritmo, tenga toda la razón.

¿Y en Marketing y Ventas?

Más allá de casos anecdóticos, hay que tener conciencia de que los algoritmos son –de manera categórica– esenciales para los negocios de hoy, y están transformándolo todo.

Gracias a la inteligencia de negocios y el big data, es posible conocer al cliente anticipándose a sus necesidades y decisiones. Se trata de la hiperpersonalización de los mercados, en donde las empresas estrechan lazos con sus clientes como nunca antes, pudiendo saber más de ellos que personas de su propio entorno familiar.

Esto obliga a las empresas a ser más ágiles, a crear más y nuevos productos y servicios diferenciados e hipersegmentados; a buscar nuevas formas de incrementar ganancias.

Hablamos de decisiones a partir de datos convertidos en información, es decir, cada vez hay menos incertidumbre para lanzar productos. Todo se conoce con anticipación. Los más ágiles en analizar datos, tomarán ventaja definitiva porque habrán actuado antes.

En un mundo “algoritmizado” las buenas ideas no tienen límites, puesto que también se facilitan los emprendimientos para los que quieran innovar en los mercados.

Cabe destacar el caso de la compañía chilena The Not Company, que comenzó a producir alimentos novedosos, iniciándose con una mayonesa sin ningún componente animal.

Todo gracias a un chef “estrella”: Giuseppe, un algoritmo que les permitió ir creando alimentos con componentes distintos al habitual, pero con el sabor lo más parecido posible. El éxito ha sido tal que captó la atención de un fondo de inversión vinculado con el fundador de Amazon, Jeff Bezos.

En la “Era del Algoritmo”, que hoy vivimos… todo es posible. No sólo mayonesa sin huevos, o hamburguesas con sabor a carne, pero sin carne. Tampoco hay límites geográficos, pues las empresas podemos no sólo operar globalmente, sino que también conocer perfectamente a los consumidores, aunque se encuentren al otro lado del planeta.

Esta “revolución” traspasa mercados y países. Fijémonos en cuántos algoritmos hay en nuestras vidas y, en especial, cuántos hay (o debería) en nuestros negocios. Ojalá que no sea demasiado tarde.

Bienvenidos a la era de la inventiva, genialidad y creatividad… todas libertadas de ataduras, y de las barreras que antes conformaban el hipotético y en declive mundo de lo imposible.

Autor:
Emilio Madero
Vicepresidente de Marketing y Operaciones de Ventas
Lumen, América latina

El Rol de la Mujer en las Empresas de Tecnología

El Rol de la Mujer en las Empresas de Tecnología

El rol de la mujer en las empresas ha estado en constante evolución con el pasar de los años. Anteriormente, no era común ver a una mujer en posiciones de alto nivel en las empresas, pero hoy se ha convertido en una realidad.

En el sector de tecnología, una encuesta del BID reveló que a nivel LATAM el porcentaje de trabajadoras es del 1%, cifra que debería incrementar con el paso de los años.  En Lumen Perú, trabajamos constantemente para tener un mayor número de mujeres dentro de nuestro staff. Actualmente el 20% de nuestros trabajadores son mujeres.

Hoy en día, el empoderamiento femenino en lo laboral influye en el comportamiento organizacional. La mujer de hoy está más informada, organizada e interesada en capacitarse constantemente para acceder a mejores puestos de trabajo.

El impacto más notorio de esta transformación se evidencia a nivel educativo. Atrás quedaron aquellas carreras universitarias que contaban en su totalidad con alumnado masculino, encontrando al día de hoy por ejemplo una mayor presencia de mujeres en carreras de tecnología tales como Ingeniería de Sistemas o Telecomunicaciones.

Aquellos mitos donde se afirmaba que la mujer era el sexo débil o que la maternidad afectaba su desempeño laboral, quedaron desfasados, ya que en el primer caso, las mujeres se desenvuelven en actividades antes exclusivas para hombres y en el segundo caso a raíz de la maternidad la mujer se vuelve más productiva, desarrollando sus habilidades de organización y planificación para poder atender las necesidades de su familia y su trabajo.

La mujer de hoy abraza la tecnología de manera natural, conviviendo con ella en su día a día. Precisamente, gracias a ella nos hemos vuelto más eficientes dentro de nuestras tareas diarias utilizando diversas aplicaciones que facilitan y potencian nuestra jornada laboral.

En Lumen promovemos la equidad de género con acciones específicas. Por ejemplo, en nuestros procesos de selección no existe una preferencia de género, tanto mujeres como hombres tienen las mismas oportunidades para ingresar a la compañía, así como las mismas posibilidades de crecimiento y desarrollo. Estamos convencidos que ese es el camino correcto.

 

Autor:
Paola López Ocampo
Gerente de Recursos Humanos
Lumen Perú

Tendencias Tecnológicas 2019: los Temas Prioritarios entre los Expertos TI

Tendencias Tecnológicas 2019: los Temas Prioritarios entre los Expertos TI

El 2019 se presenta revolucionario en términos de tecnología, y su implementación en las en la gestión diaria de las empresas se transformará en un aspecto prioritario para las necesidades de negocio. Este año, la transformación digital ya no será una opción. Las organizaciones, sin distinciones entre PyMes y grandes multinacionales, deberán abrazarla, ya sea para posicionarse a la vanguardia de la innovación de su sector o para no quedar relegada respecto de sus principales competidores. Quienes no lo hagan, deberán resignarse a la pérdida de eficiencia y competitividad, lo que dificultará su subsistencia en el mediano plazo.

Y en 2019, los ejecutivos de informática tendrán que tener en cuenta tres grandes verticales tecnológicas a desarrollar. En primer lugar, el ecosistema relacionado a la Internet de las Cosas (Internet of Things – IoT), no solo en lo referido a “Smart City” y otras políticas de desarrollo sustentable, sino también al IoT industrial, que permite optimizar procesos en la línea productiva, reforzar la seguridad del personal y reducir los costos de producción. El IoT industrial se combina con la Inteligencia Artificial para aplicarse al mantenimiento preventivo de máquinas de la cadena de producción o a videos con analytics que permiten reconocimiento facial, seguimiento de activos y detección de anomalías.

Por otro lado, la otra tendencia en materia tecnológica es la utilización de soluciones de nube. Cada vez más empresas contratan servicios de Cloud para resguardar y gestionar los datos. Lo novedoso, en 2019, será usarlo para todas las nuevas aplicaciones de IA y Machine Learning, ya que ambos pueden funcionar de forma optimizada gracias a los servicios de la nube. Una de las implementaciones más interesantes que surgieron en el último tiempo es el Asistente Virtual, o más conocido como “Chat Bot” que se constituye como un sistema de mensajería desde el sitio web de la compañía, basado en un 100% en Inteligencia Artificial. Cada vez más las empresas adquieren canales virtuales de comunicación, para acercarse de forma más personal a sus clientes, y estos avances incluyen la gestión de grandes cantidades de datos, que se manejan desde la nube.

Para finalizar, la última gran tendencia son las redes SD-WAN, o redes híbridas. Lo novedoso en la combinación de redes públicas y privadas es que las empresas pueden optimizar los tiempos y facilitar la utilización de la red desde una plataforma más moderna y de fácil acceso. Desde las redes híbridas se tiene control absoluto del estado y el comportamiento de la red, así como también su visibilidad. Por lo general, estas redes se manejan con equipos “virtualizados”, lo que permite que los dispositivos de SD WAN se adapten fácilmente al proveedor de software.

De esta forma, los grandes cambios y proyectos tecnológicos que planea una compañía vienen acompañados de pequeños cambios internos al proceso, que de todas formas requieren precisión, ya que son los que sostienen la transformación digital de manera global.

Es necesario tejer y desarrollar un nuevo “sistema nervioso” para nuestra sociedad y países, donde el conocimiento se extienda a todos los rincones geográficos y capas sociales. En Latinoamérica esta tarea es más ardua porque la contribución de trabajadores del conocimiento al PIB (Producto Interno Bruto) es aún muy baja, ya que alcanzaba, hasta hace poco, sólo a un 16% (promedio), a gran distancia de países como EE.UU. (30%) o Corea (45%), según datos de Accenture 2 .

Autor:
Leonardo Barbero
Senior VP, Productos
Lumen LATAM