Los consumidores y usuarios de servicios son cada vez más exigentes con sus proveedores. Más que estar frente a la new economy se podría decir que estamos ante la “now economy” donde se espera que la inmediatez de la respuesta sea la tendencia del mercado.
Adicionalmente los contenidos y el entretenimiento se consumen a demanda, mediante aplicaciones que permiten el acceso a cualquier hora y desde cualquier lugar. La adopción del ecommerce en América Latina se ha extendido y ha sumado millones de clientes que prefieren hacer las compras desde la comodidad de su casa y muchas veces sacrifican el mejor precio para tener el producto sin mucha espera.
Probablemente la pandemia mundial causada por el Covid-19 ha acelerado la formación de estos paradigmas que antes podían verse lejanos. Lo cierto es que todo ello trae un desafío para las empresas de tecnología encargadas de cumplir con la promesa de la experiencia satisfactoria de compras.
La rapidez parece ser la clave y con ella la disponibilidad de una plataforma robusta capaz de brindarle al usuario seguridad y confianza. Se requiere un ecosistema de servicios dinámicos, basado en el edge computing que pueda garantizar una operación segura y sin conflicto de acceso a nubes, almacenamiento y procesamiento, que además esté en constante innovación con la creación de nuevas soluciones.
Pablo Yáñez, VP de Conectividad, Media & IP, de Lumen LATAM comenta que la flexibilidad es muy importante, la posibilidad de integrar diferentes tipos de acceso y mejorar el performance de las aplicaciones. “A nivel de lo que es la computación híbrida, para nosotros es clave utilizar el recurso apropiado para cada uno de los procesos que tenemos en las diferentes compañías. Tenemos la posibilidad de poder elegir nubes privadas, nubes públicas, edge computing o una mezcla de todas las opciones que pueda ser manejada en una plataforma, manteniendo como eje la seguridad de las operaciones para poder tener una solución segura de extremo a extremo, sin sacrificar la conectividad y apuntando a la alineación eficiente de los diferentes equipos interactuando para poder entregar los servicios a los clientes”.
Yáñez comenta que se ha hecho evidente un mix en los usuarios, que desean tener las mismas características en la experiencia de compra tanto en la presencial como la virtual. Se tiene por ejemplo el caso de Amazon Go, que permite la adquisición de productos en forma física, pero usando una aplicación. En el área de entretenimiento también ya se puede acceder y participar en eventos en vivo.
Tal es el caso de la aparición recientemente del rapero Travis Scott quien innovó con la plataforma Fortnite, el mega juego calificado como el mundo de experiencias múltiples logrando convocar casi 50 millones de jugadores concurrentes que al final asistieron al concierto. Para estas nuevas experiencias se necesita plataformas que puedan adaptarse a altos picos de demanda sin que haya trabas en el servicio.
“Las compañías necesitamos adaptarnos rápidamente a esta evolución, a esta demanda cambiante”, a juicio de Yáñez. Para ello la empresa contempla la alianza con partners que la ayuden a atender adecuadamente a los clientes, porque muchas veces puede resultar innecesario dedicar tiempo y recursos a desarrollar una nueva funcionalidad en lugar de aliarse con alguien que ya la tiene. Como buenos ejemplos al respecto está el caso de la alianza entre Waze y Spotify. La primera no consideró productivo desarrollar una aplicación de streaming que permitiera escuchar música mientras se conduce, por lo cual se asoció con Spotify, líder de mercado, lo cual terminó con una muy buena solución. Casos como este son comunes. “Estas prácticas las vemos como muy interesantes y saludables para el sector en el que estamos”.
“En Lumen no estamos ajenos a la creciente demanda de los usuarios. Con relación al futuro nos vemos trabajando muy de la mano con nuestros clientes de diferentes segmentos y buscando soluciones que atiendan a necesidades particulares de cada uno”. El mundo de Internet de las Cosas (IoT) se presenta como un panorama fascinante que conlleva desafíos para resolver, pero también se vislumbra como un atractivo campo de acción para crear e innovar en soluciones para usuarios cada vez más exigentes. Una interacción que sin duda obliga a las empresas de tecnología a llevar siempre un paso adelante y a invertir en la mejora constante.