El avance del 5G, de Internet de las cosas (IoT) y de la inteligencia artificial a nivel mundial, requiere cada vez mayor capacidad de tráfico de datos, baja latencia, envergadura y confiabilidad para dar soporte y respaldar esta creciente necesidad. Una tendencia que, por supuesto, también incluye America Latina. En la región, estas demandas son más complejas debido a la necesidad de integración con los sistemas de legado, creando demandas de infraestructuras digitales híbridas, no siempre fáciles de integrar en las opciones de clouds públicas más usuales.
Por ejemplo en Brasil, desde 2021, con la entrada en vigor de la Ley General de Protección de Datos (LGPD), que creó reglas para que las empresas compilen y procesen información personal y sensible, el mercado de data centers vio crecer su demanda, ya que esta ley les exige a las empresas mayores inversiones para generar confiabilidad mediante la protección de datos. O sea, el escenario para el mercado de data centers y tratamiento de datos está bastante agitado.
Las previsiones animan al sector
Según la consultora Arizton, el mercado de data centers en Brasil debería llegar a US$ 3.690 millones en 2027. Para tener una idea del crecimiento, actualmente la misma consultora evalúa el sector en US$ 2.230 millones. También vale la pena mencionar que Brasil es el mayor representante de este sector en América Latina, principalmente debido a su territorio continental, gran población y economía de magnitud relevante.
En América Latina, el escenario también es prometedor. Según la consultora CBRE, el mercado latinoamericano de data centers creció más de un 20% en el primer semestre de 2022. Y se prevé una evolución mayor, como apunta un informe de ReportLinker, que estima un crecimiento del 6,97% del sector en la región desde el año en curso y hasta 2027, algo impulsado por la necesidad de las empresas de acelerar su transformación digital, recurriendo a las soluciones de cloud computing y modelos de almacenamiento como hosting y colocación.
¿Su empresa compra infraestructura?
Seguramente ya habrá oído hablar de Infrastructure as a Service (IaaS) y que dicho modelo de nube es una tendencia creciente. Según la consultora IDC, el consumo de la nube por el segmento de Telecom debería crecer en promedio un 32,2% en IaaS
durante los próximos cinco años. Además, la virtualización de las redes de telecomunicaciones es una de las principales tendencias identificadas este año para Brasil.
Se espera que el mercado de IaaS continúe creciendo a medida que la nube se convierta en la infraestructura principal para satisfacer las necesidades de las tecnologías más modernas. Trabajar en la nube trae, entre muchos beneficios, la escalabilidad y composición que necesitan las innovaciones y aplicaciones avanzadas
Bare Metal Cloud
Un ejemplo de desarrollo a medida para el mercado local es Bare Metal Cloud de Cirion, un recurso que le permite a cualquier cliente de la plataforma realizar la asignación inmediata de los servidores dedicados, a través de un portal de gestión, proporcionando latencia mínima, velocidad de provisionamiento, autonomía de uso y de gestión.
A diferencia del hosting tradicional, este servicio no requiere de largos tiempos de adquisición y provisionamiento, ni de los extensos compromisos contractuales, brindando un servicio en formato de nube con la libertad de uso de un sistema dedicado. Un modelo diseñado exactamente para las condiciones y desafíos que enfrentan nuestros clientes en sus operaciones actuales.
Rodrigo Oliveira
Director de Negocios – Data Center, Cloud & Security
Con más de 30 años de experiencia en el segmento de Data Center y Telecomunicaciones, Rodrigo aporta a los clientes de Cirion el direccionamiento necesario para aprovechar la tecnología en favor de la expansión de sus negocios. Se desempeñó en diversas multinacionales en Brasil, ayudando a construir la operación de Diveo en el país. También fue presidente de la unidad de UOL Diveo en Colombia, cuando realizó la venta de la filial a Riverwood/Synapsis. Estuvo asimismo en el comando de Matrix Datacenter.