Proyecciones del Reporte de Internet Society anticipan que en el año 2025 habrá hasta cien mil millones de dispositivos conectados a la IoT y que su impacto será de US$ 11.000.000.000.000.
Más de 5 mil millones de consumidores han interactuado con datos en 2020 y 75% de la población mundial, es decir, aproximadamente 6 mil millones de personas lo harán en 2025 y cada una de ellas tendrá por lo menos una interacción de datos cada 18 segundos según anticipa la consultora internacional IDC – International Data Corporation.
La computación de Borde más conocida como “Edge Computing”, hace posible esta interacción entre la población en el mundo y la consulta y el análisis más eficiente de datos masivos, gracias a que se optimiza el desempeño y la velocidad, al implementar cargas de trabajo más cerca de donde se procesan.
Esta tecnología permite que una red de mini centros de datos procese y almacene información, aplicaciones o de sensores o dispositivos IoT, de manera local lo más cerca posible a dónde se originan la información. Así mismo, facilita el envío de información a un data center central o almacenamiento Cloud que está a unos kilómetros de distancia, lo que genera que las empresas estén en una constante evolución, usando también Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático que combinan computación, almacenamiento y conexiones de red en un paquete integrado.
Gran parte de los datos generados en internet se cargan en unidades de computación centrales. Sin embargo, las fuentes de datos de hoy son a menudo móviles y están demasiado alejadas del ordenador central como para garantizar un tiempo de reacción (latencia) aceptable. Por ello, este tipo de soluciones (Edge Computing) llegaron para complementar los servicios de nube con una serie de beneficios que parten del análisis de información en tiempo real hasta el análisis eficiente y rápido de datos.
Ventajas de tener los servicios de Edge Computing
Análisis de datos en tiempo real: las unidades computacionales descentralizadas de un entorno de Edge Computing procesan datos, los evalúan y permiten, un monitoreo continuo de los dispositivos conectados. En combinación con algoritmos de aprendizaje automático, la monitorización de estado en tiempo real se hace posible, por ejemplo, para controlar, optimizar y analizar los procesos en fábricas inteligentes.
Reducir latencias: gracias a las soluciones de Computación de Borde o “Edge Computing” los datos se procesan y analizan más cerca del punto donde se crean. Debido a que los datos no atraviesan de una red a una nube publica para ser procesados, lo que genera que la latencia se reduzca significativamente.
Consumir menos anchos de banda: cuando hay que trabajar localmente datos que requieren mucho ancho de banda, es especialmente útil utilizar computación de borde, debido a que si se trata de grandes volúmenes de datos, una transmisión en tiempo real desde el ordenador central de una nube publica no suele ser posible.
Ahorro de tiempo: Edge Computing lo ayuda a desbloquear el potencial de un volumen inmenso de datos. Gracias a esta solución de borde usted puede tomar medidas para descubrir nuevas oportunidades de negocio, aumentar la eficiencia operativa y proporcionar experiencias más rápidas, más confiables y consistentes para sus empresas y para sus clientes.
Finalmente, la evolución de las redes y de la tecnología es imparable, en todos los aspectos de la vida, en la medida que existan nuevos avances, también aumentará la necesidad de conexiones más eficientes y de nuevos dispositivos tecnológicos que cuenten con procesamiento más autónomo. Por esta razón es importante entender que el Edge Computing no realiza el procesamiento de los datos de forma central en la nube, sino de forma descentralizada al borde de la red.
Autor:
Felipe Gómez
Director de Data Center, Seguridad y Cloud para el clúster Andino Lumen, América Latina.
Con amplia experiencia en el mercado de tecnología, Felipe Gomez actúa como director de servicios de Data Center, Seguridad y Cloud en Lumen hace más de 5 años. Graduado en Administración de Empresas por la Universidad EAN, cursó un Master Business Administration en Indalde y participó del Advanced Executive Program de Kellogg School of Management. Fue también profesor de instituciones como EDIME e INALDE en programas de diplomado y MBA, y ha pertenecido a varias juntas directivas en Colombia.