Entre los eventos de mayor impacto mundial del siglo XX, que provocaron la limitación de la movilidad y causaron algún tipo de aislamiento social, destacamos la primera y la segunda guerras mundiales, terminadas en 1918 y 1945 respectivamente, y la pandemia que se hizo conocida como la gripe española, entre 1918 y 1920. Durante estos períodos, había poca divulgación de los acontecimientos, los recursos tecnológicos eran casi inexistentes y las telecomunicaciones se limitaban al correo, al telégrafo y a la telefonía por cables de cobre. En 1940 había en Brasil apenas 40 mil aparatos telefónicos. La radio se introdujo en Brasil recién en 1922 convirtiéndose en el principal medio de información hasta 1950, con el advenimiento de la televisión.

En el siglo XXI el aislamiento social regresó a escala global, por los efectos de la pandemia del Covid-19. A fines de marzo de 2020, según estimaciones, 3.300 millones de personas fueron instruidos a cumplir medidas de restricción de la circulación en todos los continentes. Se inició entonces la necesidad de la “vida a distancia”, para mitigar el contagio del virus. Sin embargo, este aislamiento es muy diferente de la experiencia vivida por nuestros antepasados en el siglo XX, por una razón que fue decisiva: la tecnología.

La humanidad ha experimentado en los últimos 30 años una revolución tecnológica iniciada con la universalización de los sistemas de telecomunicaciones digitales, que permitió nuevas formas de interacción entre las personas y las máquinas, con el advenimiento de la WEB global, la telefonía móvil y la transformación digital. Hoy en día son casi 4 mil millones de personas las que se conectan por Internet.

Utilizando la infraestructura WEB, las empresas de tecnología se han estado preparando durante años en el desarrollo e innovación de sistemas y aplicaciones, entregando nuevos recursos que nos permiten, aunque vivamos aislados, estar ampliamente integrados y conectados con amigos, familiares y colegas de trabajo, clientes, proveedores, sistemas bancarios, de salud, entretenimiento, medios de comunicación, etc., con una facilidad nunca imaginada por nuestros antepasados. Es la nueva economía “contactless”.

Uno de los indicadores de la importancia de la tecnología en este siglo está dado por los ingresos globales del sector, que superaron los 3 billones de dólares en 2019, así como por el valor de mercado alcanzado por sus empresas más grandes. Según datos del Financial Times y Fortune, en 2002/2003 durante la epidemia de SARS, solo Microsoft estaba entre las cinco compañías más grandes en valor de mercado mundial. En 2020, las cinco empresas más grandes en valor de mercado están vinculadas a la tecnología, como se muestra en el gráfico que sigue.

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En el primer trimestre de 2020, todas estas compañías tecnológicas importantes mostraron resultados de crecimiento de dos dígitos en sus ingresos, en comparación con el mismo período en 2019. Netflix, otra exponente de este grupo, alcanzó un crecimiento increíble de 27,6%.

Es probable que este desempeño no se repita en los próximos trimestres para todo el sector, pero varias empresas se han beneficiado con el mayor consumo de video, videoconferencia, e-commerce y el uso de las redes sociales. La mayor estrella entre las aplicaciones de videoconferencia utilizadas en la vida a distancia es Zoom, una empresa creada en 2011 por el chino Eric Yuan y que actualmente presta servicio a 35 mil compañías. En los últimos tres meses el uso de la plataforma creció 1.900% y sus acciones en Nasdaq duplicaron su valor.

Algunas de las aplicaciones que la tecnología nos proporciona para seguir en la vida a distancia:

Educación, capacitación y actividades físicas:

Hubo una aceleración de las plataformas y contenido de video para todo tipo de capacitación profesional, educación y actividades físicas. Los expertos estiman que el mercado de digitalización de la educación podría duplicarse para 2025, llegando a los 340 mil millones de dólares.

Medicina

El mercado de la medicina mundial tiene hoy alrededor de 325 mil aplicaciones de servicios online, que incluyen la solicitud de turnos, consultas con profesionales como psicólogos y psiquiatras, que crecerá mucho, llegando a los 290 mil millones de dólares para 2025. Los recursos más utilizados en los Estados Unidos son los de videoconferencia entre médico y paciente, y médicos entre sí, como así también el uso compartido de imágenes, las consultas virtuales, el monitoreo de pacientes en sus domicilios y la gestión de medicamentos.

Comercio Electrónico

Es uno de los sectores más importantes en la vida a distancia.  Según una encuesta realizada por la empresa de marketing digital Criteo, entre 10.000 personas en aislamiento social, los hábitos de consumo cambiaron significativamente, con un aumento del 222% en las compras de alimentos online y 164% en los juegos en red, además de triplicarse la venta de equipos para home-office, como cámaras web. Se espera que muchos consumidores sigan utilizando servicios online, aún después de finalizada la pandemia.

Trabajo remoto

La necesidad aceleró la tendencia del trabajo remoto para varios profesionales, aumentando la demanda de conectividad y telecomunicaciones. Más de 400 millones de personas de todo el mundo están utilizando las VPN (redes privadas virtuales) para acceder remotamente a los sistemas de las empresas.  Esto requiere de un incremento en el mercado de seguridad digital, para garantizar la privacidad de la información y de los ciudadanos.

Algunas tendencias que permanecerán en las actividades a distancia, incluso con el fin del aislamiento social, son la prestación de servicios públicos (el Gobierno Federal de Brasil ya tiene el 55% de sus 3500 servicios disponibles online), la industria del entretenimiento que está llegando a todos con Lives (vivos) de grandes artistas, alcanzando una audiencia de millones de personas, el «shopstreaming» que es la exhibición y venta de productos a través de los Lives, además del incremente en el uso de las transacciones bancarias y financieras. 

Otras aplicaciones que crecerán son los servicios notariales digitales, las audiencias remotas y la digitalización de los procesos judiciales, y los servicios que dependan de la biometría facial, que incluso podrían llegar a la posibilidad de votación remota en las elecciones políticas.

CenturyLink se enorgullece de formar parte de este ecosistema tecnológico. Entre sus clientes figuran las mayores empresas digitales del mundo. Su infraestructura se destaca por proveer servicios de Internet, Cloud Computing, CDN y Seguridad, basada en sus Data Centers y en los más de 720 mil kilómetros de redes de fibra óptica terrestres y cables submarinos para llevar la tecnología a más de 60 países.

Jon Paul "JP" McLeary

Autor:
Durval Carvalho Avila Jacintho

VP Customer Tech Operation,
Lumeb, LATAM

Trabaja hace 34 años en el mercado de las telecomunicaciones, donde ocupó posiciones gerenciales en empresas como Impsat, AT&T Tridom, Comsat, Villares e Icatel. En Lumen desde 1997, actualmente es Vicepresidente de Customer Assurance en América Latina y Director Ejecutivo de la empresa en Brasil

Disponible en Português (Portugués, Brasil)